El próximo 27 de octubre el actor John Malkovich estará en Lima para presentar la obra La comedia infernal: confesiones de un asesino en serie. Estará acompañado de dos sopranos y la Orquesta Barroca de California Music Orchestra. Malkovich viene a contar la historia de Jack Unterweger, un asesino austriaco de prostitutas.
A los 24 años Jack Unterweger cumplía condena por el asesinato de una prostituta en Viena, Austria. Era 1976 y según la ley de su país le tocaba pasar allí el resto de su vida. Pero, por más increíble que parezca, luego de publicar su autobiografía Unterweger fue reconocido como novelista y poeta. Logró las simpatías del mundo intelectual y a su alrededor se construyó una campaña de solidaridad. Se pedía su libertad. Las autoridades le otorgaron el perdón por ser el vivo ejemplo de que el sistema penitenciario reformaba a criminales. Solo un par de años más tarde la historia se encargaría de demostrarles lo equivocados que estaban. Unterweger llegó a matar a once prostitutas ahorcándolas con sus prendas íntimas. Al descubrirlo, la justicia le dio cadena perpetua por segunda vez. Como no soportó la idea del encierro, acabó suicidándose el mismo día del veredicto.
Jack Unterweger no es un personaje de ficción. Existió en carne y hueso y John Malkovich es el actor que lo encarna en la obra de teatro La comedia infernal. Pero Malkovich no hace una interpretación tradicional. Él sube al escenario como el asesino resucitado. Y que además está de vuelta para presentar una novela basada en sus memorias como verdugo de prostitutas. El guión es un monólogo intercalado con arias o cantos de dos sopranos. Como fondo musical lo acompaña la Orquesta Barroca de California Music Angelica Orchestra. La puesta en escena ya lleva tres años presentándose en Europa y Estados Unidos. Esta vez le toca al Perú, su primer anfitrión sudamericano.
Una triste historia
Desde su adolescencia, Jack Unterweger fue sumando el historial delictivo que lo llevaría a prisión. A los 16 bebía hasta quedar inconsciente, era el protagonista de cualquier disturbio en la calle e incluso se hizo el proxeneta de una novia casual. El día en que la molió a golpes lo detuvieron por primera vez. La policía lo interrogó sobre su vida y él empezó por describir su traumática infancia. Fue abandonado por su madre, una joven prostituta que prefirió dejarlo a cargo de su abuelo. Por desgracia, aquel que debía cuidarlo era un alcohólico incapaz de ver por un niño. En reemplazo de una verdadera familia acabó en el reformatorio. Una triste suma de eventos desafortunados que él no eligió.
Convertido en un bestseller
Cuando Malkovich interpreta a Unterweger lo hace con sarcasmo. Lo trae a la vida con el fin de exponer su astucia para mostrarse como una víctima. Primero se presenta como un conquistador y minutos después termina por revelar su verdadera naturaleza. Desprecia a las mujeres y en especial a las prostitutas. Por eso las ahorca utilizando sus medias y sostenes. El papel de estas víctimas es interpretado por las sopranos a las que humilla antes de asesinar. Este criminal resucitado no siente remordimientos. Se burla de quienes hicieron un bestseller de la novela que Unterweger escribió mientras cumplía su primera condena.
Tras su liberación en 1990, Jack Unterweger era la nueva figura artística en Viena. Aparecía vestido con trajes carísimos, llevaba de la mano a mujeres hermosas y conducía autos del año. Era contratado por diarios y revistas como el columnista estrella. Se llamaba a sí mismo un ejemplo de reinserción social y hasta se hizo una película basada en su historia.En medio de todo el glamour, a fines de ese año, apareció una nueva prostituta ahorcada. Dos semanas después los cadáveres de otras dos mujeres –que también se dedicaban al comercio sexual– se descubrieron en las afueras de la ciudad. Todas en la misma posición. De piernas abiertas y con marcas de estrangulamiento en el cuello.
Siguiendo pistas
La policía llamó a Unterweger para un interrogatorio. No tenían cómo probar que tuviera que ver en esos casos pero los nudos en las prendas eran similares a los que hizo cuando fue condenado en 1976. Negó cualquier relación y viajó a Los Ángeles, Estados Unidos. Era junio de 1991 e iba para escribir un reportaje sobre la prostitución en ese país. Era un periodista haciendo su trabajo. Coincidentemente, una serie de homicidios se desató en la ciudad estadounidense. Tres mujeres fueron asesinadas. Todas eran prostitutas, abandonadas a la intemperie y estranguladas con sus sostenes.
Al enterarse de estos crímenes, la policía austriaca se puso alerta. Registraron un auto que Unterweger usó al salir de prisión y hallaron los rastros de una de las víctimas. Se emitió una orden de arresto y el asesino, que ya estaba de vuelta en Europa, se escondió en otras ciudades vecinas a Viena. Fugó a Canadá y luego a Estados Unidos. Mientras lo buscaban concedía entrevistas en las que se declaraba inocente.
En 1994, a pesar de todas sus coartadas y las influencias de sus amigos artistas fue extraditado y enjuiciado. El 29 de junio fue condenado a cadena perpetua. Ese mismo día, utilizando el tipo de nudo con el que asesinó a sus víctimas Unterweger se ahorcó. Una vez más el cine y la literatura lo consideraron un antihéroe víctima del sistema. Hasta una ex novia, quien pagó todos los gastos mientras huía, escribió sobre él. Pero aquí Malkovich hace hincapié en que no hace la obra para exaltar a Unterweger. Lo hace pensando en la estupidez de las mujeres que salían con él por considerarlo sexy y peligroso y, claro, también en la estupidez de todo un sistema político, legal y penitenciario que lo dejó libre.J. MalkovichJohn Malkovich, de 57 años, es un actor, productor y director de cine estadounidense. Ganó un premio Emmy como mejor actor de reparto en 1986 y ha sido nominado dos veces al Oscar como mejor actor.Se ha casado dos veces y es padre de dos hijos. Actualmente reside en Francia. Debutó en el cine con un papel en el film En un lugar del corazón (1984), de Robert Benton, por el cual consiguió su primera nominación al Oscar. Ha trabajado en importantes películas como Los gritos del silencio, El imperio del sol y Las amistades peligrosas. En el 2002 debutó como director de largometraje con El bailarín del piso de arriba basada en la historia de Abimael Guzmán y Maritza Garrido Lecca.
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