¿QUIÉN DESCUBRIÓ PRIMERO MACHUPICCHU HIRAM BINGHAM O AGUSTÍN LIZÁRRAGA?
Una tarde hace más de cien años, Agustín Lizárraga Ruiz localizó la ciudadela inca de Machupicchu. Una frondosa vegetación la envolvía. Para dejar constancia de su descubrimiento cogió un pedazo de carbón y grabó, en uno de los muros de las Tres Ventanas, la siguiente inscripción. “Lizárraga, 14 de julio de 1902 para la posteridad”. Hiram Bingham, que llegó nueve años después, vio ese sello. Lo anotó en una de sus libretas. Después omitió el detalle en sus memorias. Lizárraga era un un hacendado cusqueño, de él se conoce poco. El río Urubamba, que acordona Machupicchu con sus aguas pardas, le quitó la gloria. Se lo tragó cuando pretendía cruzarlo por un puente de madera que conducía de San Miguel a la ciudadela inca. Nunca hallaron el cuerpo.Era su segunda expedición (febrero de 1912), ocho meses después de que Bingham ascendiera a las ruinas. Lo acompañaban su primo Enrique Palma Ruiz, el capataz de su hacienda Collpani, Gabino Sánchez, y su peón Toribio Recharte. Éste último había tropezado poco antes con las ruinas de Incaracay, restos incas ubicados debajo del cerro Huaynapicchu, en el km. 117 de la actual vía férrea. Se abrieron con machete en mano por la montaña desde la hacienda Collpani en San Miguel (Aguas Calientes) para vencer lo abrupto de la naturaleza que había mantenido oculta la ciudadela por más de cuatro siglos. Así lo habían planeado sus constructores. Si en algo falló fue en no informar del hallazgo al Estado ni a la prensa. De esa aventura sólo sabían los pobladores de los pueblos de Mandorpampa y San Miguel. Así lo asegura Américo Rivas Tapia, autor del libro “Agustín Lizárraga: el gran descubridor de Machupicchu”, que será publicado el 4 de julio.
Una tarde hace más de cien años, Agustín Lizárraga Ruiz localizó la ciudadela inca de Machupicchu. Una frondosa vegetación la envolvía. Para dejar constancia de su descubrimiento cogió un pedazo de carbón y grabó, en uno de los muros de las Tres Ventanas, la siguiente inscripción. “Lizárraga, 14 de julio de 1902 para la posteridad”. Hiram Bingham, que llegó nueve años después, vio ese sello. Lo anotó en una de sus libretas. Después omitió el detalle en sus memorias. Lizárraga era un un hacendado cusqueño, de él se conoce poco. El río Urubamba, que acordona Machupicchu con sus aguas pardas, le quitó la gloria. Se lo tragó cuando pretendía cruzarlo por un puente de madera que conducía de San Miguel a la ciudadela inca. Nunca hallaron el cuerpo.Era su segunda expedición (febrero de 1912), ocho meses después de que Bingham ascendiera a las ruinas. Lo acompañaban su primo Enrique Palma Ruiz, el capataz de su hacienda Collpani, Gabino Sánchez, y su peón Toribio Recharte. Éste último había tropezado poco antes con las ruinas de Incaracay, restos incas ubicados debajo del cerro Huaynapicchu, en el km. 117 de la actual vía férrea. Se abrieron con machete en mano por la montaña desde la hacienda Collpani en San Miguel (Aguas Calientes) para vencer lo abrupto de la naturaleza que había mantenido oculta la ciudadela por más de cuatro siglos. Así lo habían planeado sus constructores. Si en algo falló fue en no informar del hallazgo al Estado ni a la prensa. De esa aventura sólo sabían los pobladores de los pueblos de Mandorpampa y San Miguel. Así lo asegura Américo Rivas Tapia, autor del libro “Agustín Lizárraga: el gran descubridor de Machupicchu”, que será publicado el 4 de julio.
Bingham y Lizárraga
Para la historiadora Mariana Mould de Pease, el mejor reconocimiento a Lizárraga ha llegado, justamente, por el lado de Bingham. Su tercer hijo, Alfred Mitchell Bingham, en su libro alude a una libreta de su padre. Allí anotó “Agustín Lizárraga es el descubridor de Machupicchu y vive en el pueblo de San Miguel, cerca del puente…”.Alfred da otro detalle. Su padre fue renovando su historia del descubrimiento hasta eliminar totalmente a Lizárraga en su memoria, quizá por celos.En febrero pasado, la nieta de Hiram Bingham confirmó que su abuelo no descubrió la ciudad inca, solo la dio a conocer. José Gabriel Cosio, catedrático de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, dijo allá por los años 20 del siglo pasado: “Machupicchu descubierta estaba el 14 de julio de 1902 por el señor Agustín Lizárraga y sus vecinos de San Miguel, señores Enrique Palma, Gabino Sánchez y Toribio Recharte”.
Para la historiadora Mariana Mould de Pease, el mejor reconocimiento a Lizárraga ha llegado, justamente, por el lado de Bingham. Su tercer hijo, Alfred Mitchell Bingham, en su libro alude a una libreta de su padre. Allí anotó “Agustín Lizárraga es el descubridor de Machupicchu y vive en el pueblo de San Miguel, cerca del puente…”.Alfred da otro detalle. Su padre fue renovando su historia del descubrimiento hasta eliminar totalmente a Lizárraga en su memoria, quizá por celos.En febrero pasado, la nieta de Hiram Bingham confirmó que su abuelo no descubrió la ciudad inca, solo la dio a conocer. José Gabriel Cosio, catedrático de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, dijo allá por los años 20 del siglo pasado: “Machupicchu descubierta estaba el 14 de julio de 1902 por el señor Agustín Lizárraga y sus vecinos de San Miguel, señores Enrique Palma, Gabino Sánchez y Toribio Recharte”.
El primer viaje de turismo
Al año siguiente del descubrimiento, Agustín Lizárraga hizo plantaciones de maíz, papa y verduras en las terrazas principales del grupo arqueológico de Machupicchu, dejando a su peón Toribio Recharte y familia a cargo de su cuidado. José Gabriel Cosio asegura que Lizárraga subía con frecuencia allí.Por todo eso, sus descendientes reclaman para este cusqueño reconocimiento. Han conformado la Asociación Civil “Descendientes de Agustín Lizárraga Ruiz” y cada 14 de julio realizan homenajes y actividades académicas en su honor. Estas pasan desapercibidas, como el descubrimiento de Machupicchu por Agustín Lizárraga en julio de 1902.Cada 14 de julio, los descendientes de Agustín Lizárraga organizan conferencias académicas respecto al tema y protagonizan una movilización en la Plaza de Armas de Cusco. Mario y Rómulo Lizárraga Valencia, nietos de Agustín Lizárraga, sostienen que la mejor forma de reivindicar a su abuelo sería por lo menos colocando una plaquita en el santuario dándole el crédito del hallazgo.Carlos Enrique Álvarez, bisnieto, agrega que sería interesante crear una institución educativa con el nombre de su bisabuelo y cambiar la currícula escolar.Dos años después del hallazgo, el 1 de julio de 1904, Enrique Palma, uno de los acompañantes de la primera expedición de Lizárraga, encabezó una excursión con nueve personas (9 varones y 3 mujeres), quienes llegaron a las históricas ruinas. Era la primera remesa de turistas que recibía la ciudadela.
Al año siguiente del descubrimiento, Agustín Lizárraga hizo plantaciones de maíz, papa y verduras en las terrazas principales del grupo arqueológico de Machupicchu, dejando a su peón Toribio Recharte y familia a cargo de su cuidado. José Gabriel Cosio asegura que Lizárraga subía con frecuencia allí.Por todo eso, sus descendientes reclaman para este cusqueño reconocimiento. Han conformado la Asociación Civil “Descendientes de Agustín Lizárraga Ruiz” y cada 14 de julio realizan homenajes y actividades académicas en su honor. Estas pasan desapercibidas, como el descubrimiento de Machupicchu por Agustín Lizárraga en julio de 1902.Cada 14 de julio, los descendientes de Agustín Lizárraga organizan conferencias académicas respecto al tema y protagonizan una movilización en la Plaza de Armas de Cusco. Mario y Rómulo Lizárraga Valencia, nietos de Agustín Lizárraga, sostienen que la mejor forma de reivindicar a su abuelo sería por lo menos colocando una plaquita en el santuario dándole el crédito del hallazgo.Carlos Enrique Álvarez, bisnieto, agrega que sería interesante crear una institución educativa con el nombre de su bisabuelo y cambiar la currícula escolar.Dos años después del hallazgo, el 1 de julio de 1904, Enrique Palma, uno de los acompañantes de la primera expedición de Lizárraga, encabezó una excursión con nueve personas (9 varones y 3 mujeres), quienes llegaron a las históricas ruinas. Era la primera remesa de turistas que recibía la ciudadela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario